Con tal de verte volar
Miguel GaneVoy a contar mi historia desde la perspectiva del hombre que creyó tenerlo todo y al que todo se le esfumó como se esfuma la infancia: con nostalgia. Tú tienes tu versión de los hechos y yo tengo los poemas. No te pido que te fíes de mí, pues tengo mentiras a la espalda que me van a pesar toda la vida, pero sí que me agarres de la mano, que sientas un mínimo de lo que yo llegué a sentir, que te veas con mis ojos y que me des la oportunidad de hablarte sobre todo lo que dejamos de ganar los dos, ya que eso, tal vez, sea lo único en lo que nuestras versiones coincidan. Este comienzo significa plantarle cara al pasado, tirar la moneda aun sabiendo que voy a perder, porque el amor que yo viví fue eso, perder y perderse con alguien y por alguien y saber que merecerá el camino. Fuiste tú porque tuvimos motivos para hacer del mundo, de nuestro mundo, un lugar mejor en donde nos señalaran con el dedo y dijeran: «Son ellos, son ellos aquellos que han podido con todo; se están queriendo como si mañana fueran a morirse». Nosotros empezamos desde abajo —fuimos algo así como los héroes de la clase obrera del amor—, y llegamos tan alto, tan alto...